24 ago 2010

De paradigmas, monos y tragos de boliche

Muchas veces, uno hace las cosas por costumbre, o simplemente porque siempre se hizo de esa forma, sin ponerse a pensar un poco en la causa, el desencadenador o la esencia que lleva a que uno actúe así. Siempre es más fácil hacer las cosas como un robot que ponerse a buscar el objetivo final a lo que hacemos, y si los medios que usamos para alcanzarlo son los más aptos. Al escribir estas palabras aparece gratamente en mi mente una historia interesante sobre un experimento psicológico que tuve la grata suerte de releer en el libro de Adrián Paenza “Matemática, ¿estas ahí?”.

Leído con una mente abierta y objetiva, es un claro ejemplo de la realidad que a veces encontramos en nuestra vida diaria sin darnos cuenta. A partir de este llamado al pensamiento abstracto - y aclarando que cualquier error, falta, omisión, defecto o supresión de virtud que vislumbren en ustedes mismos a partir de esta nota es de tácita inclusión e incumbencia de quien escribe -, los invito a seguir leyendo:

"Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula. En el centro de la misma, colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cada vez que un mono intentaba subir la escalera para agarrar las frutas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de cierto lapso de tiempo, cuando un mono pretendía subirse a la escalera, sus pares lo molían a palos.

Pasado algún tiempo más, ningún mono siquiera soñaba con treparse a la escalera, a pesar de la constante tentación de las bananas. En esa instancia, los científicos sustituyeron a uno de los monos. Por supuesto, por simple reflejo, lo primero que intentó el animal “nuevo” fue subir la escalera. Resultado esperable: de inmediato fue bajado y convenientemente surtido por los otros cuatro. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no volvió a intentar trepar.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. Lo mismo ocurrió con el cuarto, hasta que el único que quedaba de la inicial camada de cinco monos abandonó la jaula también.

Los científicos estudiaron el comportamiento del nuevo grupo de animales que, aún cuando nunca habían recibido un baño de agua helada, continuaban golpeando con saña a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible hacer hablar a algunos de los monos, y se le preguntara acerca del motivo por el cual castigaban al que intentara subir la escalera, con certeza la respuesta habría de ser algo como: «No sé, las cosas siempre se han hecho así aquí...»" ¿Les resulta reconocible la circunstancia?

Esta historia es claramente otra metáfora de lo que pasa en la vida cotidiana. ¿Alguno se puso a pensar, por ejemplo, en lo estúpido que suena invitarle un trago a una mujer para levantársela? No conozco a nadie (literalmente) que alguna vez se haya levantado a una mina por invitarle un trago, o al menos, no que esa haya sido la principal causa de su éxito. Si se la levantan es siempre por otros atributos fuera de la “generosidad” de la invitación, o por méritos varios, pero no por invitar el trago.

El simple hecho de pagarle un trago trago a una extraña con ese objetivo denota, más bien, un comportamiento lamentable donde se intenta casi sobornar a la otra persona. Es más: pensar en esa situación hace que se me haga casi inevitable relacionarlo con la prostitución… ¿qué mujer, en su sano juicio, intercambiaría favores a cambio de un trago? Si la respuesta es ninguna, sería lógica. Si la respuesta es alguna, en ese caso le recomendaría a quien le invita el trago que vaya a un cabaret, porque entre entrada al boliche, invitaciones varias de trago y pernocte en un hotelucho de mala muerte termina costando más que una mujer que trabaja por la noche.

Vale agregar, además, que el porcentaje de éxito de invitarle un trago a alguien es casi nula, porque nos hace ver casi desesperados mostrando como única cualidad visible que invitamos el trago porque nos hace falta algo ya que con nosotros mismos no alcanza. Invitar un trago es decir, indirectamente, “hey, no veas todo esto que soy y no vale la pena, te invito este trago mejor”. Cualquier mujer decente, no dudaría en preguntarse que, siendo extraños, no es racional que alguien esté invitándole un trago sin sentido, salvo por la convención social que dicta que si se hace de esa forma hay un interés sexual de parte de quién lo ofrece. Sin embargo, definitivamente, no tiene razón de ser.

Teniendo en cuenta estos puntos, de todas formas nadie se detiene a pensalo, y cada vez que salgo veo como hombres sin demasiado criterio invitan un trago y piensan que si la mujer acepta tienen medio juego ganado, y hasta es casi la obligación de ellas después de la aceptación el hecho de concretar algo más. Wrong again. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Probablemente, al final de la noche se vuelvan solos a su casa y con la billetera muchísimo más flaca, y sin embargo, no se preguntarán por qué no funcionó su táctica que repiten hasta el cansancio todos los fines de semana.

PD: Cualquier similitud de estos hombres con los monos de la historia, es mera coincidencia.

13 comentarios:

  1. Interesante, lei un poco de ese libro pero no pase por la pagina donde cuenta el experimento con los monitos...

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  2. y no podrá ser simplemente que la invitacion a un trago sea un regalo, como llevar flores o presentear a una mujer con caramelos? No es cierto que tendrá "medio camino percorrido" pero ganará una sonrisa. Y una sonrisa es mejor que nada.
    Bueno, no soy una expert en estas cosas, pero a mi me gustan las gentilezas, sin segundas intenciones. Por mi tierra hay un proverbio que dice "gentileza genera gentileza" y lo creo.
    Me gustó el blog.
    No te pongas nervioso com mi portuñol. Hago lo posbible pa ser entendida.

    abrazos

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  3. Hola Maray, bienvenida! claro, si es una gentileza siempre es bienvenida, pero yo me refería a cuando se hace para buscar algo a cambio. En ese caso creo que el sentido de hacerlo se perdió, y se hace casi por automatización.

    Beso

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  4. Hay una respuesta lapidaria:
    "Yo NO me llamo un cubalibre, gracias".
    El problema lo tenés si te llamás "muchos cubalibres" :)

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  5. excelente.. pero, hay descerebrados de ámbos bandos.

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  6. Osea, quién no escuchó alguna vez una mina decir: "Salí sin plata, total los tragos me los paga algún gil"..

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  7. Estoy de acuerdo medianamente con este post...

    Si es cierto que...el hecho de invitar a una copa, dos, tres o las que sean...no te garantiza el éxito... las mujeres exijimos más requisitos...pero...el hecho de invitar ya muestrs que es una persona generosa, preferimos a alguien generoso que rácano, y aparte es un esfuerzo para pasar más tiempo con esa persona, como dicen arriba, es un regalo...yo por ejemplo no acepto copas de desconocidos porque , simplemente no me apetece estar con ellos, no porque crea que se trate de una moneda de cambio,pero si lo hago de amigos y conocidos, porque entiendo que es una muestra de amistad, interés, un regalo e incluso yo procuro en la medida de lo posible, devolverles la invitación...

    El chico con el que ahora salgo, me invitó a una copa, y era un desconocido, pero previamente habiamos estado charlando, estaba tan a a gusto,que sencillamente quiso invitarme, no salimos a cenar hasta 2 semanas más tarde, y me invitó a cenar, pero porque le apetecia, no porque pensase que esa noche fuese a conseguir algo...

    Evidentemente hay de todo, hay quienes creen eso, y hay quienes no,pero el hecho de invitar, yo al menos lo veo como una muestra de generosidad, lo que me parece una característica positiva,m ya sea en hombre o mujer.

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  8. Si te crees que por invitarla un trago la tenes segura, el problema es del nabo que lo entiende asi
    Beso Nico!

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  9. Si, igual creo que los pibes se han avivado porque cuando yo salia a bailar (ya hablo como vieja chota) hace unos 10 años atrás todo el mundo te invitaba con un trago, ahora (por lo menos en Paraná) no te pagan un trago invitan a nada a menos que les tires onda, aunque en estos días no lo he podido constatar porque si salgo, lo hago en grupo y ni bola a nadie...
    Igual creo que el fin último es que creen que poniendo en pedo a la chica o haciendo que tenga un par de burbujitas en la cabeza posiblemente se puede "soltar de cascos" (diría mi tía) más facilmente.
    También he conocido pelotudos que se hacen los amigos de alguna buena alma porque tiene plata y paga todo en el boliche, los típicos vividores.
    Y después de todo, si hay pibas que se "ablandan" con unos tragos de más, o que ven que tenés un lindo auto y se abren de gambas.
    Hay para todos los gustos en esta viña del señor.
    En mi caso me chup un xxx el auto, la plata o los tragos, ya casi ni tomo y odio a los tipos que te quieren levantar haciendo chapa de la guita, porque se quejan todos de las minas materialistas pero les encanta sentir que la tienen más grande cuan más cara sea la marca del auto que conducen...
    bue, me fui al carajo, te dejo un beso Nico!

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  10. Buenas, mucho gusto.
    Primero, entré acá luego de verte en algunos blogs que sigo. Leí un poquito y en seguida quise leer más.
    Con respecto a este post, conocía la metáfora de los monitos. Es muy aplicable a muchos aspectos de la vida, pero no creo que éste sea el caso. Es decir, no veo en la compra de un trago el éxito o el fracaso de un levante. Al menos desde mi perspectiva, considero el hecho de compartir algo para tomar como una excusa para intercambiar un momento y entablar una charla. Es como el ritual del mate: una cebada no te hace mas amigo del otro, sino todo lo que acontece a su al rededor.
    Creo que tiene más que ver con que los hombres se sienten "mas caballeros" invitando a la mujer. Y se equivocan, rotundamente. Hay tantas otras cosas que nos hacen sentir supremas...
    Un saludito (y me gusta mucho como escribís)

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  11. Sos el peor.

    Acabo de leer lo que me pasaste el otro dia, y descubri que este post no es nada mas ni nada menos que un copy-paste :P jajajaja

    Ya lo vamos a discutir seriamente, igual estoy bastante de acuerdo con vos. Me gustaria leer el proximo capitulo del libro ahora!

    Pd. Definitivamente, me pinchaste el personaje de Alejandro. Todo mal con vos, sacandole la fantasia al blog!

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  12. Wow, qué genial. Pobre como lo cagab*n a palos al nuevo. Si hablara tendría que haber dicho algo como "Acá el derecho de piso se paga así." (?)
    JAJA, espero que tengas razón y que los 20's sean la mejor edad. (:
    Besi enorme.

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