14 ago 2010

Dualidades


Sábado a la noche, el mejor día de la semana. Veo a mis amigos, salgo, la paso bien. Conozco gente, tengo anécdotas para contar. Espero conocer alguna mina que me vuele la cabeza, por más que lo ideal no sería conocerla un sábado a la noche sino alguna tarde como por casualidad en un colectivo o en bar de la facultad. Sea como sea, seguro sea una buena noche. Hoy la rompo.

Sábado a la noche. A veces pega un poco melancólico. Me siento raro, me siento solo, me falta algo. Basta Nicolás, sabés que sos lindo, simpático. Sabés que no te falta nada, y si te falta lo hacés de la nada. A veces no alcanza, ya que no sos omnipotente… y dejá de hablarte a vos mismo, porque parecés esquizofrénico. Tengo que salir a cambiarle un poco la cara a la semana, me pongo las pilas. No voy a dejar en banda a los chicos tampoco…

Llegamos. Lugar top, gente de plata, taco aguja y cartera Louis Vuitton. Me siento cómodo, salvo con eso de la cartera Louis Vuitton, no por la cartera en sí, sino por mi puta costumbre de ser detallista, y para colmo, entender esos detalles que cualquier hombre heterosexual no debería. Esto me hace ser distinto, y por eso cuando tengo ganas hago desastres con ellas. Desastres en el buen sentido. Pulserita, VIP, y a jugar. El juego es el mismo de siempre, y por suerte, juego bien.

Llegamos. Lugar careta si los hay. Tanta superficialidad me abruma. Seguro que esa mina que estoy mirando, estuvo toda la semana pensando qué ponerse para lucir lo mucho que se mató comiendo esa lechuguita todos los almuerzos y cenas. No me va. Me hubiera quedado en casa leyendo un buen libro… pero ya estoy acá, y tampoco quiero bajonear la noche. Al menos por mis amigos, le voy a poner un poco de onda a ver qué sale.

Morocha, metro setenta, piernas eternas. Hermosa, pero no me intimida. Está con dos amigas y un amigo, el grupo ideal. Me mando. Le digo a un amigo, guiñando un ojo y canchereando “It´s showtime”, y abro la conversación derrochando confianza. Conozco la mecánica de memoria: arranco hablando con las amigas sobre alguna trivialidad y rápidamente paso a hablar sobre algo interesante. Una vez que tengo su atención, recién ahí empiezo a jugar. Mi objetivo no recibirá casi nada de atención, es más, probablemente sea su amigo con quien más hable. Una vez que pique el anzuelo, sigo.

Morocha, metro setenta, piernas eternas. Una diva, out of my league. Más por los demás que por mí, me mando. Le guiño un ojo a un amigo, y le digo “It´s showtime”, y me mando. Soy un tarado, no sé que me hago el banana diciendo esas cosas y guiñando el ojo, ¿no ves que sos un idiota Nicolás? ¿No ves que aparte de idiota, te seguís hablando a vos mismo? No importa, la morocha jamás lo va a saber, es más, tampoco va a saber que es mi víctima hasta que sea demasiado tarde. Mejor dicho, se va a dar cuenta demasiado tarde de que soy así de idiota.

“¿Viste la pelea recién? Se tiraron de los pelos, fue un desastre. ¿Podés creer que se peleaban por un pelado bajito que no hacía más que reírse de la situación mientras disfrutaba como se arrancaban los mechones?”. Así empezó la conversación, pero podía haber sido cualquier otra. La morocha no entendió nada, pero cuando se dio cuenta de lo que pasaba ya el amigo gay que la acompañaba sabía todo de mí, y su amiga no paraba de hacerle señas como diciendo “mirá que suerte, te tocó lo que esperabas”. Me creo el rey del mundo.

“¿Viste la pelea recién? Bla bla bla”. Siempre lo mismo. Lo hago porque sé exactamente qué me pueden responder, porque lo hice un millón de veces. Es efectivo, es como cuando juego al ajedrez y arranco con una defensa siciliana. Imposible que salga mal, porque ya es mecánico. Al menos, no voy a pasar un papelón frente a mis amigos, la careteo un rato con que le puse onda y me voy a dormir temprano. Curiosamente, la charla se pone interesante. Su amigo gay le pone onda, y sus amigas escuchan atentamente cualquier historia que me ponga a contar. Mierda que hay gente aburrida en este lugar eh…

Para cuando me doy cuenta, ya estoy jugando con todo su grupo de amigas a ver si son mejores amigas al preguntarle si usan el mismo shampoo. Ese tipo de tests a las mujeres les encanta… Es como que ya esquivé varios jugadores, quedé solo frente al arquero y falta definir nada más. La aíslo del grupo, después de miraditas cómplices con las amigas. No puede salir mal, y si sale mal es solamente un juego, no tan diferente de cualquier arcade donde después del “Game Over” ponés una fichita más y seguís jugando otra vez.

De a poco me engancho en la conversación, y cuando me doy cuenta, casi sin quererlo ya estoy donde quería estar. La que era mi objetivo está claramente interesada, por lo que me la llevo a un lugar más aislado. Es súper acartonado este ritual: lo que supuestamente es original, realmente es todo meticulosamente planificado. ¿Dónde quedó mi creatividad y originalidad?. Lo peor del caso es que ni me interesa, soy como el depredador que mata por placer más que por hambre.

Me cuenta su vida, entramos en confianza. La escucho atentamente, me parece interesante. No denota inteligencia… ¡pero qué buena que está! Es perfecta. Más blabla, y me toca a mí. Le cuento un poco de mí, se sorprende. Le gusta lo que escucha, ya la tengo en el bolsillo. Creo tensión sexual, para que sepa que se viene el beso. No digo nada, se da cuenta sola, como tiene que ser. Le miro la boca, me mira. Concreto. Barrilete cósmico…

Me cuenta su vida, es parte del proceso. Modelo y bailarina, recorrió Europa el año pasado y le encantó, está contenta porque mami y papi le van a comprar un auto. Bla. Es interesante pero me aburre, no vine a buscar eso. No me interesa que tenés un cocker que se llama Fido. Tanta superficialidad me abruma. No me gusta la noche, no me gusta estar con una mina solamente porque tiene buenas piernas y carita de ángel. No me alcanza, no soy así, y sin embargo acá estoy de nuevo.  Le quiero dar un beso, le miro la boca y se da.

Tiene mucha onda. En pocas palabras, me calienta. Esa lengua puede hacer cosas increíbles. No es nada excepcional, pero la paso bien. Vaya uno a saber donde están los chicos… espero que no se vayan sin mí, porque por más que me crea el rey del mundo no me iría con ninguna mina, porque haría que pierda toda la magia si realmente me interesa. Lo mejor va a ser sacarle el celu, encontrarnos otro día y conocerla un poco más. Vuelvo, con cara de campeón mundial, a mis amigos. Les cuento todo, haciéndome el banana nuevamente. Ganador, genio. Delirio, carnaval.

No tiene gusto a nada, es como chupar un clavo (o eso imagino, ya que jamás chupé un clavo). La miro, es hermosa. Es inteligente, es simpática… pero tiene gusto a nada, y no sé porqué. Bah, sé porqué, y sabía que iba a tener gusto a nada, pero lo hice igual. Nuevamente caí en el error de pensar que el hecho de sentirme que puedo tener a la mujer que quiero iba a hacerme sentir un poco mejor. No se parece a ella, no habla igual, no tiene su perfume, no tiene esos ojos gigantes que en algún momento me miraban con amor. Me aburro, me excuso y me voy, no sin antes sacarle el teléfono por si quién sabe qué.. Vuelvo con mis amigos, con cara de feliz cumpleaños simulada. Es egoísta de mi parte que el resto piense que ganaste cuando en realidad perdiste, y decirlo no haría más que ser un desagradecido con la vida. No siempre las cosas fueron fáciles, lo sé mejor que nadie… No importa, el mundo por fuera parece color de rosa. Me vuelvo a casa más vacío de lo que salí. ¿Al menos gané algo, no? Peor es nada.



9 comentarios:

  1. Me fascinan estos posteos hechos por hombres relatando noches de boliche! Buenísimo... demás está decirte que aunque vayas a un ambiente no -superficial (como en los que suelo moverme), la historia sigue siendo la misma, y del lado de la mujer se siente exactamente lo mismo... será que siempre pensamos que la sensación de vacío se va a llenar en una noche con algún desconocido y sin embargo lo único que hace es empeorarla. Saludos!

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  2. PERO ENTONCES QUÉ ME CREO? QUE SOS UN LANGA O QUE SOS UN SENSIBLE? ME PIERDO CHE. Y DESPUÉS LAS HISTÉRICAS SOMOS LAS MUJERES.

    UN BESO GRANDE, TE INVITO A MI BLOG, http://malatendida.blogspot.com :)

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  3. Uno no siempre es igual. Todos tenemos nuestros días, justamente por eso la dualidad de cómo exactamente la misma sucesión de hechos internamente pueden tener una repercusión muy diferente. Besos!

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  4. Me encantó. En serio. Ya mismo te sigo leyendo.
    Saludos!

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  5. Todas nuestras relaciones se basan en la ambivalencia, aún con nosotros mismos, a veces prevalece el amor, a veces el odio, a veces ambas son tan fuertes...
    Buen relato, aunque no dejo de notar un corazoncito que sangra por una niña....
    Todos los hombres tienen su costado tierno, hasta el más rudo pilar de rugby! :)

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  6. Nico, primero, ¿estas seguro que no sos de aries? esa es mentalidad de ariano. Segundo, ¿no serás mi gemelo separado al nacer, perdido por ahi? porque hace un tiempo que mi cabeza viene pensando exactamente asi como pensas vos. Especialmente desde el sábado pasado.

    Media Verónica.


    Pd. Reconsidera lo del signo, porque lo de las fichas en el tablero de ajedrez y del cazador que caza sin hambre, es muy, muuuy de ariano.

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  7. Tiraria toda la idea tipo Mal Atendida, definitivamente, pero Media Verónica se gana su lugar... quizas seas ariano.

    Definitivamente es interesante, no porque te creas, eso es insoportable... pero porque lo sabes y eso es natural, no como aquellos que dicen "lo hago sind arme cuenta"..


    Y primordialmenteeeeee, por el final, porque no es ella


    Si no existiera algo q te motivara a ser tan pero taaann histerico, no tendrias nada de interesante


    Serias mas hueco q esas flacas a las que besas


    =) besos [ y el posteo es con amor ja]

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  8. Controversial lo tuyo, sin duda...

    Mil veces me volví con esa ambivalencia a mi casa. Noches que ya ni recuerdo, cosas que ya no me interesan.

    Beso!

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  9. ES POR ESO QUE NUNCA ESTOY CON ALGUIEN EN UN BOLICHE.

    A mi me pasa lo mismo. Pero para nosotras es peor. Sabés que salís y ganás. Ni esfuerzo tenés que hacer.

    Yo todavía creo en el amor.

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