13 sept 2010

Cruzados

Por momentos se tornaba incómodo andar con ella. Una vez, en un trayecto de veinte cuadras que caminamos juntos, le tocaron bocina cuatro veces, dos autos pasaron excesivamente lento nada más que para mirarla sacando la cabeza por la ventana, una multitud se dio vuelta disimuladamente para apreciarla y hasta un loco incluso tuvo el coraje de venir a decirme "con todo respeto, tu chica es muy linda", mientras me daba la mano como felicitándome. Ella ni se inmutaba... es más, creo que ni debía ser del todo consciente de todo lo que generaba.

Lo curioso del caso, es que andaba de jeans y zapatillas. No tenía un escote pronunciado, ni tacos llamativos, ni pollera corta. Nada. Dicho así, hasta uno podría pensar que era más de un montón, pero no lo era. A su caminata le sobraba elegancia, se movía como si estuviera en un desfile de alta costura, pero con la naturalidad con la que cualquier otra va a comprar el diario a la esquina.

Un día como cualquier otro, estábamos caminando por ahí (con todo lo que eso generaba alrededor) hasta que ví en la distancia una cara conocida. Sí, más que conocida, diría que en algún momento había sido demasiado cercana, por no decir íntima... y venía acompañada. Me vio, la vi. No había más chances de hacernos los tontos, nos vimos al mismo tiempo. Nos cruzamos, pero ni me miró. Yo hice lo mismo... ni un hola, ni un gesto, nada.

Pasó. Momento raro, pero pasó por al lado mío como si no fuera ella la que tiempo atrás me daba besos y abrazos que me dejaban sin aliento. En ese momento, fuimos dos fantasmas, y ni siquiera atiné a mirar para atrás al pasar (ni sé si ella hizo lo mismo tampoco). Segundos después, quién me acompañaba me dijo "¿qué le pasa a esa chica que me miró así? no sé, como con bronca, algo". "Vaya uno a saber..." fueron las palabras que pude decir, y seguí caminando como si nada, esperando el próximo bocinazo mientras a escondidas esbozaba una sonrisita pícara.



3 comentarios:

  1. Desde luego tal y como la describes era hermosa, pero toda esa gente que le decia cosas algo mal educada, es bonito alabar la belleza,pero con un cierto respeto, digo yo,quizá aquí es que seamos diferentes, no lo sé...

    Impaciente por ver qué sucedió más adelante, esa sonrisa pícara es sospechosa,jeje

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  2. Che, me gusta mucho cómo contás las cosas. Esto también tiene que ver con el post anterior: un poco somos todos vouyeristas, otro poco ¿qué sabés cuánto le importa al resto? Escribí por vos, be happy si es así =)
    Besos

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  3. @ Ceci: Estoy de acuerdo, pienso como vos!

    @ Frestón: Gracias!! Me encanta escribir, siempre que tengo tiempo y ganas...

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