Tal fue la importancia de Beatrice que fue casi la razón de su vida… pero lamentablemente, no solamente jamás pudo corresponder su amor, sino que además desgracidamente Beatrice falleció a los 25 años. Al año siguiente, Dante se casó con otra mujer, con quien tuvo cuatro hijos… pero eso no quitaría que, incluso decenas de años después, su amor siguiera siendo Beatrice. Incondicional. Eso era Dante… y quizás para más de una mujer, un romántico incurable, ese tipo ideal para agarrar y no soltar más. Beatrice evidentemente no pensaba lo mismo. Ni siquiera “La Divina Comedia” escrita para ella pudo hacer que la situación cambie.
Dante tiene que matar a Beatrice. Sí, leyeron bien. La tiene que matar, de una vez por todas. No puede ser que le siga jorobando la existencia muchísimos años después de haber dejado de existir en su vida. De hecho, en algún punto, ni siquiera se podría decir que alguna vez realmente “existió” en su vida, más que en su imaginario que derrochaba amor a granel mientras a Beatrice le daba igual. Ojalá se hubiera enamorado en serio de otra, especialmente, de su esposa y madre de sus hijos… pero lamentablemente, si así hubiera sido, jamás hubiéramos tenido “Divina Comedia”, ni mucho menos, estaríamos pensando en él y sus cosas. No es tan fácil matar a Beatrice… pero quizás, sólo quizás, si la mataba realmente (en su mente) hubiera sido mucho más feliz.

Eso es lo que yo llamo un enamorado del amor.
ResponderEliminarNo tengo dudas de que hubiera sido mas feliz.
ResponderEliminarYo creo que es posible. Los sentimientos cambian. Depende de lo que cada uno quiera.
ResponderEliminarme encantó la frase final, el niño tiene razón, aunque cuan difícil es ser feliz. De muchas cosas depende, para algunos es más fácil que para otros, más, creo que no es algo que se consiga de una vez y por todas, sino que son pequeños momentos y más aún, un modo de ver las cosas y de vivir la vida, cosas malas siempre hay, el tema es como uno las puede afrontar..
ResponderEliminarPor otro lado, tenes razón en cuanto al escritor, mucho tienen que ver los duelos en esta vida, no tanto los reales como los simbólicos. Seguramente este hombre se quedó es un duelo patológico, con su bella dama idealizada, pro tanto nunca la pudo despedir, lástima por él, bien por lo que gozan de su obra...
Besitos Nico!
(a veces hay que dejar ir para poder uno ser feliz)
Jaja No te puedo creer! Acabo de empezar a leer "La Divina Comedia"! jajaja Que locooooo, mucha conexión! Lo leíste??
ResponderEliminarAlma soñadora si las hay... pero hay una verdad: la creatividad surge de corazones retorcidos.
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